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Durante el entrenamiento de hoy, he coincidido con uno de esos corredores curtidos en experiencia, que impregnan todo con esa filosofía que sólo entendemos los corredores. Fue un placer escuchar durante los escasos cinco kilómetros que nos unieron, las experiencias que dan el tener una edad y unas tablas en el mundo del runners.
En la soledad de este deporte, encontrar compañeros como estos, son una ráfaga de aire fresco, que hoy más que nunca, necesitaba en mi vida.

Seguir adelante

Los días en los que no encuentro sentido a tanto esfuerzo diario, hacen que sienta ganas de tirar la toalla. Hay momentos en los que es necesario replantear las cosas importantes en tu vida. Enumerar y decidir las prioridades que nos definan como persona.
Ayer me compararon con el Quijote cuando recupera la cordura. Por unas horas, quise romper mi lanza, para dejarme morir en un sillón, frente a la televisión. Pero en lo profundo de mi corazón, yo no quiero ser así.
Me siento un caballero andante, que recorre el mundo de un modo peculiar. Puede que mi locura sea correr 100 kilómetros por montañas y carreteras. Tal vez, sólo sea un soñador, que confunde molinos con gigantes. Pero soy feliz corriendo. Y para mí, parar es morir.

40 kilómetros de mi vida (Santa cruz - Igueste de San Andrés)

La sensación de libertad que produce alejarte de todo. Ser uno solo con el camino. Recorriendo a cada paso, un destino que no está escrito. Superar la sensación de fatiga, expulsando de tu mente las constantes preguntas que quieren hacer que te rindas.
En días como estos, encuentro en el agotamiento, la satisfacción del trabajo cumplido. Cuando superas el dolor, la lluvia, las cuestas interminables, los kilómetros finales y las bajadas que destrozan los músculos poco trabajados, el esfuerzo cobra sentido.

Mi meta es aprender y mejorar cada día. Encontrando en este modo de vida, la relación entre todo lo que me apasiona y aquello que me inspira. Sin duda, estoy descubriendo el vínculo entre la meditación y el deporte.

La respiración

Uno de las técnicas que más estoy trabajando en los entrenamientos es la respiración. Las lecciones aprendidas en el dojo, durante los entrenamientos en artes marciales, al igual que los conocimientos que estoy adquiriendo actualmente con el Chi Kung, me están dando un nuevo enfoque como corredor de largas distancias. Los entrenamientos se están convirtiendo en sesiones de meditación, en los que mi cuerpo comienza a convertirse en un conducto de energía por el que fluye una esencia que me permite correr de forma más disciplinada, disfrutando en cada paso que doy, reduciendo el esfuerzo casi al mínimo.

La rutina después de una carrera

Entrenar después de una competición, siempre sabe a poco. Los diez kilómetros que suelo hacer como rutina de mantenimiento, se hacen un breve paseo. Quedan las ganas de superarte, medirte contra ti mismo, compartir los kilómetros recorridos, dejar la soledad diaria, para formar parte de un equipo, de un grupo.
Mañana comienza una nueva rutina que modificará todos estos pensamientos. Vendrá bien el dibujar nuevas metas. Aún queda mucho tiempo hasta el mes de abril. Así que no viene mal ponerse listones que superar de vez en cuando.

XXI Media Maratón de Santa Cruz de Tenerife

Cada carrera es completamente diferente a la anterior. Lo importante, es aprender de los errores pasados, mejorando no sólo en técnica de carrera, sino evolucionando como persona. Este domingo, el universo me ha dado la oportunidad de compensar la balanza, devolviendo al destino un antiguo favor que debía, hace ya algunos años.

Este deporte, puede ser en líneas generales, uno de los más solitarios que se puedan practicar. Pero cualquiera que haya competido o participado en más de una carrera, habrá comprobado que entre los corredores, prima un compañerismo, resultante del esfuerzo que debemos hacer cada uno de forma individual.

Me gusta pensar, que para bien o para mal, la vida, al final, da la oportunidad de colocar las cosas en su sitio.

Día de descanso

Los merecidos descansos durante la semana, hay que saber aprovecharlos. Incluso cuando se tiene ganas de salir a entrenar, es necesario tomar un respiro de la rutina. Hay que tener siempre claro, que correr no es lo único importante en la vida. Aunque, para los que somos adictos a este deporte, nos cueste dejar un día el camino de tierra o el asfalto.
La sensación de control, superación, el aislamiento, la meditación activa. Todos estos beneficios nos reconcilian con nosotros mismos. La mística de un runners, se podría llamar.

20 kilómetros por montaña

Hoy comencé el primer recorrido por montaña, en dirección al Pico del Inglés. Hice un trayecto corto de sólo 20 kilómetros, ya que hay que guardar fuerzas para el domingo. La media maratón de Santa Cruz será un entrenamiento previo a lo que serán los esfuerzos del próximo año.
Este camino de montaña se ha de cruzar a paso corto, controlando las pulsaciones para no llegar a extremos de fatiga demasiado pronto. Para hidratarme continuo usando los zumos envasados. Tienen los aportes de glucosa e hidratos de carbono necesarios. Aunque para distancias más largas, tendré que utilizar las bebidas isotónicas, mucho más recomendables para entrenamientos de larga duración.
El correr por la naturaleza es un privilegio que pocos pueden compartir. Para mi, es una motivación más para salir a entrenar. La soledad me permite estar más en atento a mi cuerpo. Y las distracciones que puedan surgir durante el recorrido, son mucho más agradables y hermosas.
Este deporte, sin duda, enriquece mi cuerpo y mi alma.