La sensación de libertad que produce alejarte de todo. Ser uno solo con el camino. Recorriendo a cada paso, un destino que no está escrito. Superar la sensación de fatiga, expulsando de tu mente las constantes preguntas que quieren hacer que te rindas.
En días como estos, encuentro en el agotamiento, la satisfacción del trabajo cumplido. Cuando superas el dolor, la lluvia, las cuestas interminables, los kilómetros finales y las bajadas que destrozan los músculos poco trabajados, el esfuerzo cobra sentido.
Mi meta es aprender y mejorar cada día. Encontrando en este modo de vida, la relación entre todo lo que me apasiona y aquello que me inspira. Sin duda, estoy descubriendo el vínculo entre la meditación y el deporte.
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