martes, 20 de diciembre de 2011

Disciplina y sufrimiento

Acepta el dolor como parte del entrenamiento, aprendiendo a reconocerlo.

Escucha tu cuerpo adelantándote a las lesiones, pero sin que sea el futuro quien determine el ahora.

Practica y entrena cada día, incluso cuando andas o te sientas a comer.

Se honesto con tus limitaciones, pero que no sea un obstáculo para avanzar y mejorar.

Mantén una actitud humilde ante tus progresos, permitiendo que tu mente este abierta a nuevas posibilidades.

Lleva una disciplina rígida y férrea, pero que sea flexible a los cambios.

Elimina los pensamientos negativos, para que tu energía y actitud te permita mejorar.

Disfruta cada día de lo que haces, para que correr sea algo más que un deporte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario