La montaña de mi niñez

Frente a la casa de mis padres existe una montaña la cual he observado desde muy niño con curiosidad. Siempre me ha atraído su majestuosidad, su indiferencia ante el tiempo, su apariencia serena. Mi imaginación se disparaba imaginando como sería su cima. Aún recuerdo la primera vez que subí mi montaña. Me senté en lo más alto para poder mirar aquel punto lejano en el horizonte que fue durante toda mi infancia un hogar.
Años más tarde, esa misma montaña se ha vuelto uno de los lugares más importantes de mi vida. Sigue siendo un lugar de motivación al que miro desde la lejanía, inspirándome cada día, haciendo que mi imaginación crezca, forjando una voluntad que tiene como modelo a una montaña. Correr por sus caminos es cumplir un sueño de mi infancia.